"La hija buena"

La finca de Fillaboa, “hija BUENA”,

tiene su origen en el siglo XVII

El nombre de la finca viene de una leyenda local con muchos paralelismos con el cuento de «La Cenicienta» de Charles Perrault, en la que dos hijas de un Conde envidiaban a su hermana menor a la que su padre le dejó en herencia las mejores tierras

Historia de Fillaboa - La leyenda detrás de su nombre

VESTIGIOS DE
UN PASADO HISTÓRICO

Fillaboa es una de las posesiones vinícolas más extensas de Galicia, bañada en su entorno por los ríos Tea y Miño. Próximo a la finca, existe un puente medieval y un muro de piedra de 1.600 metros que enmarca la finca.

Una bodega de carácter familiar - Una de las bodegas con finca propia más grandes de Galicia
Tradición y artesanía en la elaboración de vinos
Pazo de Fillaboa - Lugar donde poder celebrar tu evento

EL PAZO Y EL ARTE

El pazo de Fillaboa es un palacete de piedra fiel a la estructura de las grandes casas gallegas. En él hay varios salones destinados a eventos, reuniones y catas dentro de un ambiente cálido y acogedor.

745 hectáreas dedicadas a la elaboración de magníficos Albariños

LA BELLEZA DE
LA NATURALEZA

En Fillaboa la naturaleza manda. Además de un exquisito jardín de camelias, olivos, magnolios y alcornoques, el viñedo de Fillaboa es espectacular. 50 hectáreas de viñedo propio se dividen en 12 parcelas delimitadas y orientadas al sur en las que encontramos majestuosas vides en parra y en espaldera. Fillaboa está certificada como bodega medioambientalmente sostenible con el sello SWfCP.

Masaveu bodegas - artesanos del buen vino
Uvas albariños de el Rosal para la elaboración del mejor vino blanco
Panorámica de los viñedos de Fillaboa

MASAVEU BODEGAS

Masaveu Bodegas agrupa las cinco sociedades del sector vitivinícola de Corporación Masaveu: Bodegas Murua S.A., Bodegas Fillaboa S.A., Bodegas Leda S.L., Bodegas Pagos de Araiz S.A. y Pomaradas Villagares de Sariego S.AR., cada una en un enclave diferente de nuestro país y con vinos, suelos y almas muy distintas entre sí.

En 1974, bajo la presidencia de Don Pedro Masaveu Peterson, la familia Masaveu hace su primera inversión en este sector con “Bodegas Murua S.A”. Así, la familia continúa los pasos de su antecesor, Don Federico Masaveu Rivell, que ya poseía plantaciones de viñedos a mediados del siglo XIX en Castellar del Vallés (Barcelona), de donde es originaria la familia.

En sus inicios, Bodegas Murua S.A. fue adquirida para elaborar vino de forma privada, fruto de la pasión de familia y su vínculo con el mundo vinícola. Con el fallecimiento de Don Pedro Masaveu Peterson, la presidencia es tomada por D. Elías Masaveu y Alonso del Campo, quien decide remodelar la bodega e impulsarla comercialmente con los vinos de nivel que se estaban produciendo.

Es en 1998 cuando el testigo de las bodegas es tomado por D. José Masaveu Herrero, quien organiza, reestructura y comienza a profesionalizar el grupo de bodegas. Una vez más, la pasión y valor que representa el vino son lo que lleva a la familia Masaveu a que uno de sus miembros se dedique en cuerpo y alma a las bodegas hasta la actualidad.

Los vinos elaborados por Masaveu Bodegas son conocidos por ser un referente de calidad y un ejemplo de respeto a la tierra. Aunque todos los vinos tienen un estilo propio y una personalidad muy marcada, en Masaveu Bodegas, procuramos que todos compartan un compromiso común: la calidad como filosofía y norma de conducta aplicada a todos los ámbitos y procesos del ciclo productivo.

Somos artesanos del vino, elaboramos pequeñas producciones. Murua 250.000, Fillaboa 200.000, Valverán 18.000, Pagos de Araiz 400.000 botellas y Leda 80.000 botellas. No creemos en grandes producciones, pero sí en el control del proceso para asegurar el mejor resultado final.

La elaboración a partir de viñedos propios y el empeño en transmitir en cada botella la personalidad del terroir, conectan cada uno de los proyectos que, repartidos por la geografía española, conforman un sugerente mosaico de variedades, colores, aromas y sabores.